La llegada del 2018 ha traído consigo días interminables de lluvia a nuestra isla, y sobre todo la ciudad de Santo Domingo. Ahora que hemos podido disfrutar una semana completa de sol, y las probabilidades de lluvia hasta el próximo lunes no ascienden a más de 20%, es necesario analizar cómo estas precipitaciones pueden llegar a afectar nuestro hogar, empresa, y/o demás edificios.
Probablemente el primer signo que puede mostrar una edificación tras tantos días de lluvia es la aparición de humedades. Estas pueden manifestarse como manchas en las paredes y techos, el desprendimiento de la pintura y moho. En ocasiones las consecuencias pueden elevarse a goteras y filtraciones. ¡Que dolor de cabeza! Y esto no es todo. Estos son solo las consecuencias visibles, ¿Qué no pueden ver nuestros ojos a simple vista? Las humedades tienen la capacidad de deteriorar los materiales que componen nuestras paredes, tales como el hormigón y los ladrillos (Hormigón: “Material de construcción formado por una mezcla de piedras pequeñas y un tipo de argamasa – por ejemplo, cal, cemento, arena y agua”).
Nuestra recomendación siempre es reparar estas humedades lo antes posible para así evitar que los problemas escalen. El primer paso es identificar qué tipo de filtración está afectándonos, saber que las provoca. Usualmente esto ocurre donde menos lo imaginamos, sea en por una grieta en la pared, un pequeño roto en un piso superior, y así. Si nos saltamos este paso, las humedades seguirán apareciendo, una y otra vez, en el mismo lugar de siempre. Las humedades pueden ser:
• Por condensación: ¿Qué las ocasiona? Poca ventilación en un espacio o habitación. De esta manera, las temperaturas exteriores afectan el interior, y se producen las humedades. Lo primero que debemos hacer para reparar la situación es colocar una ventana o instalar un extractor. Una vez este seco podemos proceder a reparar la habitación mediante la impermeabilización.
• Por capilaridad: Estas son producidas por poros en desagües, tuberías, etc.
• Por filtración: Estas son las que se producen por una impermeabilización inadecuada y el uso de materiales y métodos de construcción incorrectos. El agua entonces se filtra entre las grietas de los muros.
Una vez identificada la procedencia de la humedad, lo correcto es sanar la zona afectada hasta que este seco. Ya seco, el techo o pared puede ser tratado con un procedimiento antihumedad. Estos tratamientos pueden venir en forma de cremas o inyecciones que ayudan a impermeabilizar techos y paredes. Existen además pinturas antihumedad que pueden auxiliarnos en esta desagradable situación. ¡En Famul te ofrecemos mayor durabilidad y garantía con lonas aslfálticas, tanto granulares como lisas! (¡Hasta 10 años de garantía! ** Varía según el producto utilizado)
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